Hoteles a Mánchester

Visitar Manchester supone conocer una de las ciudades más importantes del Reino Unido. Esta ciudad que se impulsó en el siglo XIX gracias a su desarrollo industrial y a la cercanía del puerto de Liverpool, era el centro de la industria textil algodonera. Manchester no sólo es el objetivo de los amantes del fútbol: la oferta cultural es muy variada. Museos, galerías de arte, salas de conciertos…. Manchester es una ciudad divertida muy apreciada por los jóvenes, quienes aumentan considerablemente la población debido al carácter universitario de la localidad.
Este punto inglés del mapa destaca por su capacidad y velocidad de renovación tras las secuelas provocadas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y del IRA. Manchester sorprende a los turistas por su capacidad a la hora de combinar el viejo mundo con una intensa y moderna vida nocturna.

La existencia de diversos puntos de entretenimiento hacen de Manchester una ciudad muy fresca y dinámica. El buen ambiente reina en una ciudad en las que el turista no se puede perder uno de los clásicos de Manchester e Inglaterra, sus pubs. Estar rodeada de pueblos pintorescos y paisajes interesantes la hacen aún más interesante.
 

Dos días en Manchester:
Este tiempo es perfecto para descubrir la ciudad y su cultura. Un viaje a Manchester incluye visitar su catedral de estilo romano, considerada una de las más bellas de Inglaterra. Diferentes estilos arquitectónicos se van abriendo paso en las construcciones que reinan las calles: neoclásico, neogótico… Su relevancia en la industria textil exige un paseo por Northem Quarter, un área alternativa muy interesante para los viajeros, ya que posee numerosas tiendas de segunda mano, talleres de productos artesanales, tiendas de música…

Manchester es uno de los puntos favoritos de los turistas para ir de compras. Otro de los lugares coloridos de la ciudad que no hay que dejar de visitar es el barrio chino o el barrio bohemio. Por la noche se puede bailar todo tipo de músicas en sus animados pubs victorianos. El segundo día se puede dedicar a visitar pequeños pueblos cercanos como Bakewell o Charleston que son joyas dignas de conocer.
 

La forma más fácil de llegar a Manchester es en avión. Su aeropuerto se encuentra a 16 Km del centro de la ciudad y cada 15 o 30 minutos hay salidas de trenes y autobuses. Manchester es una ciudad muy fácil de visitar, ya que se puede recorrer en unos 45 minutos a pie. Posee además la ventaja de contar con uno de los sistemas de transporte más completos del Reino Unido gracias a su extensa red de autovías y vías rápidas. Si la estancia va a ser superior a dos días, lo ideal es comprar un bono de autobús semanal por pocas libras.

En caso de que el viajero se encuentre en otra ciudad inglesa, viajar hasta Manchester es muy sencillo ya que su estación, Manchester Picadilly, está conectada con todas las grandes ciudades de Inglaterra. Desde Londres el trayecto dura 2 horas y 40 minutos.

Enlaces de interés:

http://www.networkrail.co.uk/manchester-piccadilly-station/departures-arrivals/